Julia Roberts:

GANANCIA: $20 millones de dólares

Su nombre completo es Julia Fiona Roberts. Nació en Smyrna, una pequeña ciudad al noroeste de Atlanta en el sureño estado norteamericano de Georgia.

Allí, desde bien pequeña, se encargaba de cuidar a todos los animales que tenía su familia. Hasta quiso ser veterinaria, pero no pudo ser: “Me di cuenta de que odiaba las ciencias, y la idea de abrir y tocar las entrañas de un animal me ponía enferma”.

El padre de Julia, Walter, era vendedor y su madre, Betty, trabajaba en la archidiócesis católica de Atlanta. Además, la sangre interpretativa corría por las venas de la pareja. De hecho, intentaron abrirse un hueco en el mundo del espectáculo, aunque no tuvieron mucho éxito. En 1955 fueron recorriendo varias bases militares con la obra ‘George Washington slept here’.

Quién sabe si el talento artístico de los padres la heredaron los hijos. De lo que no hay duda es de que tanto Julia como sus otros dos hermanos, Eric y Lisa, eligieron dedicarse al séptimo arte. Julia tiene también una hermanastra: Nancy.

Walter y Betty se divorciaron cuando Julia contaba tan sólo con cuatro años. En el pueblo se quedaron la propia Julia y su hermana mayor, Lisa.

Con su padre, Julia mantenía una muy estrecha relación que únicamente la muerte de Walter, (por un cáncer, en 1976), fue capaz de romper. A Julia, que entonces tenía nueve años, esta pérdida le afectó sobremanera: “Alteró la filosofía de mi vida”. También la misma Julia Roberts, por culpa de una meningitis, se debatió entre la vida y la muerte.

Julia asistió a la escuela primaria de Fitzhugh y finalizó sus estudios en el instituto de Campbell, de Smyrna. Después, con 17 años ya, se fue a vivir con su hermana Lisa a Nueva York. Allí comenzó su persona a forjarse en el mundo de la actuación, pese a no acudir a demasiadas clases: “Me considero autodidacta”, ha declarado.

También en esta etapa el pluriempleo precario empezó a formar parte de su vida: fue camarera en una pizzería, canguro, dependienta de una boutique…

Menos mal que gracias a su hermano Eric, once años mayor que ella y por aquel entonces prestigioso actor y director de cine, se hizo con un papel en ‘Blood red’. Tanto a Eric como a Julia se les puede ver actuar juntos en esta película. Antes aún, en 1987, Julia había aparecido sin pena ni gloria en ‘Firehouse’, donde le ofrecieron un papel de muy pequeño.

Y en 1988, Satisfaction, Baja Oklahoma, y Fiori d´Acciaio fueron testigos de su buen hacer ante las cámaras.

‘Mystic Pizza’ trajo a Julia su primer éxito y gracias a “Magnolias de Acero”, de 1989, fue nominada por primera vez al Óscar. Ahí intervino, junto a actrices consagradas como Shirley MacLaine o Dolly Parton, y otras más jóvenes como Daryl Hannah.

Pero sería ‘Pretty woman’, dirigida por Garry Marshall, la película que le traería la popularidad en 1990, cuando entre las burbujas de Una bañera sus larguísimas piernas abrazaron a Richard Gere en •Pretty Woman•. Esa película la convirtió en Una superestrella. Aunque en •Mystic Pizza•, donde hacía de camarera portuguesa en un pequeño restaurante, ya se puso a la mitad de los críticos norteamericanos en el bolsillo.

‘Pretty Woman’ una película entrañable y comercial que narra la historia de amor entre un rico financiero y una prostituta con gran corazón. Sólo en Estados Unidos recaudó más de 140 millones de dólares.

La pareja de reparto de la entonces desconocida Julia fue el mismísimo Richard Gere. Se convirtieron en una de las parejas más atrayentes y taquilleras de Hollywood.

Por su papel en ‘Pretty Woman’, Julia fue nominada en 1991 al Óscar a la mejor actriz; en su lugar obtuvo, gracias al voto de los espectadores, el ‘Movie Award’ a la mejor actriz cómica y el ‘People’s choice’. La celebridad a escala mundial ya había llamado a su puerta.

 

Como co-protagonista, con su entonces novio Kiefer Sutherland, (hijo del actor Donald Sutherland), rodaría después un thriller dirigido por Joel Schumacher que trataba del límite entre la vida y la muerte: ‘Flatliners’. Por este trabajo le llegó el Movie Award a la Mejor Intérprete Dramática.

En “Durmiendo con su enemigo”, cuya dirección corrió a cargo de Joseph Ruben, descubre las dos caras de Kevin Anderson. Y en “Elegir un amor”, cae rendida en los brazos de un enfermo terminal a quien cuida.

Bastante menos dramático es su papel de Campanilla, en ‘Hook’, que dirige Steven Spielberg y donde comparte reparto con Dustin Hoffman y Robin Williams.

1992 sería el año de la insulsa ‘The player’, que conocimos en nuestro país como “El juego de Hollywood”. Aquí, la interpretación de Julia Roberts pasó desapercibida, se debatía entre la chicha y la limoná pero no tuvo transcendencia. No obstante, ofreció la oportunidad de conocer a Julia al poco agraciado cantante Lyle Lovett, que más tarde se convertiría en su marido.

Julia Roberts se convirtió en una estudiante de Derecho de la mano de Pakula -y de co-protagonista con Dezel Washington-, en “El informe Pelícano”, que destapa el asesinato de varios jueces del Tribunal Supremo a manos de influyentes hombres del Gobierno norteamericano. Boquiabierto dejó al público por su interpretación, lo que le valió en 1994 el galardón People’s Choice a la Mejor Actriz Dramática

Y en la comedia romántica “Me gustan los líos” (I love trouble) se mete en la piel de una periodista intrépida y novel que con tal de conseguir una noticia sería capaz hasta de hacer cara al mismísimo columnista, Nick Nolte.

Nuestra actriz se adentra, junto con Sofía Loren, Kim Bassinger, Marcelo Mastroianni y Tim Robbins por entre los entresijos más insospechados del mundo de la moda… en Prèt a porter, una película de Robert Altman.

Ya en Notting Hill, y teniendo como pareja de reparto a Hugh Grant, interpreta a la estrella más famosa del mundo. A una ‘star’ tan afamada como ella.

En el drama familiar “Quédate a mi lado”, Julia forma un tándem de lujo con Susan Sarandon: “Susan Sarandon y yo somos amigas íntimas. Trabajamos duro durante la preproducción. Pero, de repente, en el plató me dije que no era mi amiga Susan sino esa formidable actriz ganadora del Óscar. Tragué saliva y decidí intentar impresionarla.”, subraya Julia.

Pero además de actriz, Julia es productora de esta película: “Es una historia que habla al corazón de todos los que la ven, porque el sufrimiento y el dolor aparecen siempre en nuestras vidas: el divorcio, unos padres que no se entienden, las enfermedades… He descubierto que tengo mucha más paciencia de la que creía tener. El del productor es un trabajo terriblemente tedioso”, dice.